Celebrando 25 años: Shaymi
Tu apoyo a Smile Train hace mucho más por las familias de lo que cree
Lo único que podía emocionar a María más que la idea de convertirse en enfermera era la idea de convertirse en madre. Ella y su pareja vivían en la casa del padre de María cuando recibieron la buena noticia. Ella estaba en la escuela de enfermería en ese momento y él aún no tenía un ingreso estable, pero ella iba a tener una bebé y la amaría con todas sus fuerzas, nada más importaba.
Ni siquiera convertirse en enfermera. Con el apoyo de su familia, María tomó la difícil decisión de abandonar la escuela de enfermería para enfocarse en su bebé a tiempo completo.
No lo extrañó demasiado. Con cada día, incluso cuando los mareos se adueñaban de sus mañanas y las náuseas de sus noches, la felicidad y la anticipación de ella y su pareja aumentaban constantemente a medida que crecía su abdomen. Cada consulta traía buenas noticias, más cosas por las que estar ansiosos.
En el hito de los seis meses, la pareja prácticamente corrió al consultorio del médico para hacerle a María la ecografía 4D para ver cómo sería su bebé. Se abrazaron y contuvieron la respiración mientras el técnico le ponía el transductor en el vientre.
Ella nunca olvidará ese momento. "Fue como un balde de agua fría. No entendía por qué; me sentía culpable".
Su bebé tenía una fisura labio palatina. Se les había pasado por alto las veces anteriores porque siempre se tapaba la boca con su manita.
Su pareja abrazó a sus dos chicas fuertemente. Él sabía que iban a necesitar todo el amor y cuidado que él pudiera darles, y prometió que siempre estaría allí para dárselos.
Nuevos comienzos
Nada podría haber preparado a María para sostener a Shaymi contra su pecho y ver su rostro por primera vez. La amó más profundamente de lo que jamás creyó posible. Cuando llevó a Shaymi a casa, toda la familia también se enamoró de ella y se ofreció a ayudar en todo lo que pudieran, incluso si no estaban seguros de cómo hacerlo.
María investigó un poco en línea y encontró a Misión Caritas Felices (MCF), un socio de Smile Train en Lima. La agregaron a un grupo de WhatsApp para otras madres de bebés con fisuras de la localidad y, de repente, la nube de soledad y culpa que había estado flotando sobre su cabeza por tres meses se desvaneció. Habían otros que entendían, y estaban dispuestos a escuchar.
Antes de que supiera cómo llegar al hospital, MCF ya le había ayudado a sanar. Pero nada estaría mejor hasta que se curara la fisura labio palatina de su hija. Y eso llevaría más tiempo de lo que podría haber anticipado.
Atención durante la crisis
La familia descubrió MCF a principios de 2020. La pandemia de COVID-19 obligó a retrasar las cirugías de fisura labio palatina en Perú, pero, en esta etapa, nunca estuvieron esperando solos. Las otras mamás del grupo también estaban esperando. Debido a que todo el equipo de MCF vive en el área de Lima, cuando María tenía una duda o simplemente necesitaba aliento después de una mala noche, estaban allí para ayudarla. Y, en el otoño de 2021, cuando las autoridades locales finalmente consideraron seguro reanudar las cirugías de fisuras labio palatinas, ellos estaban al teléfono, listos para programar la cirugía que Shaymi necesitaba lo antes posible para sonreír y prosperar.
Esa es la ventaja del modelo de Smile Train. A diferencia de otras organizaciones benéficas de fisuras labio palatinas, que llevan médicos extranjeros a diferentes comunidades para realizar cirugías gratuitas de fisuras durante unas semanas y luego se van, Smile Train se asocia e invierte en profesionales de la salud locales como el equipo de MCF. En los últimos 25 años, nuestro modelo ha desarrollado capacidad de atención médica en todo el mundo, ha mantenido la atención durante las crisis, ha conectado a familias en más de 90 países con expertos locales en los que pueden confiar y ha patrocinado más tratamientos gratuitos para las fisuras labio palatinas que todas las demás organizaciones juntas: más de 1.9 millones.
Atención cerca de casa y cerca del corazón
María estaba nerviosa cuando llevaron a Shaymi al quirófano, por lo que el personal se quedó a su lado con muchos abrazos y un oído atento. Cuando devolvieron a Shaymi a sus brazos unas horas más tarde, le dieron espacio para disfrutar de la nueva sonrisa de su bebé y luego le enseñaron a alimentarla mientras su paladar sanaba. No importaba cuántas veces quisiera que la revisaran, no importaba cuántas preguntas hiciera, nunca le dijeron que se alejara ni hicieron que pareciera que tenían otras cosas que hacer. En esos momentos vulnerables, María sintió que amaban a su bebé casi tanto como ella.
Este tipo de atención personalizada para el paciente es una cosa más que el modelo único de Smile Train hace posible. Como es el seguimiento oportuno: Ese día, MCF programó la segunda cirugía de Shaymi exactamente para cuando el médico lo recomendó, cuatro meses después.
Las experiencias de María con MCF la inspiraron a tomar una decisión, una decisión tan intuitiva y tan necesaria que ni siquiera se sintió como una decisión en absoluto: iba a volver a la escuela de enfermería.
"Las enfermeras nos cuidaron muy bien a mí, a mi hija y a todas las madres con sus hijos, y me di cuenta de que era mi vocación. También quería ayudar a la gente", dijo. "Eso es lo que me gusta hacer, poder ayudar, decirles a las mamás que todo va a estar bien, tranquilizarlas".
Buscando sonreír más
Cuando Shaymi tenía dos años, MCF le ofreció inscribirla en asesoramiento psicosocial gratuito, hecho posible por Smile Train. La niña nunca fue tímida y sus cicatrices quirúrgicas sanaron bien. Aun así, a María le preocupaba lo que pudieran decir los bullies, así que decidió inscribirla. La terapia del lenguaje fue lo siguiente cuando cumplió tres años.
Hoy, Shaymi camina y sonríe con confianza. Ella hace todo lo posible para mostrarle a la gente su cicatriz y contarles la historia detrás de ella. Ella está feliz con su apariencia. "¡Nada la intimida!" Ríe María. "Está muy alerta, capta las cosas rápidamente y es lista".
"Quiero ser yo quien las consuele"
La verdad es que, aunque MCF está ayudando a Shaymi a desarrollar estos rasgos, a ella se le dan genuinamente. Desde el momento en que decidió volver a la escuela de enfermería, María ha cuidado a Shaymi todo el día mientras su pareja trabaja, luego toma clases por Zoom en la noche. La familia todavía no tiene mucho dinero, pero están ahorrando lo que pueden para que María pueda terminar su carrera y que trabaje en enfermería o pediatría. Cuando necesita algo de motivación, piensa en Shaymi y en la curación que el equipo de MCF le brindó cuando más lo necesitaba.
"Sé que hay otras mamás como yo por ahí, y quiero ser yo quien las consuele", dijo María. "Quiero hacerles saber que puede dar miedo ver a su hijo sangrando, con una cicatriz. Pero deben saber que su bebé está en buenas manos, que deben mantener la calma porque si tienen miedo, se lo transmitirán a sus hijos. Ellos sienten, aunque son bebés. Traté de estar tranquila para que mi hija también estuviera tranquila, y todo salió bien".
"Quiero agradecer a MCF y a Smile Train. Todo salió muy bien, mi hija está muy sana, tranquila y habla bien. Estoy muy agradecida".
Tú puedes ser quien ofrezca consuelo, amor y cuidado a los niños y madres que lo necesiten.