La madre de Isabella luchó para darle una vida que valiera la pena vivir
Y Smile Train luchó junto a ella
Jenifer se sometió a su ecografía de cinco meses esperando que todo saliera bien. Escuchar que su hija, Isabella, tendría una fisura labio palatina fue más que un choque a toda velocidad... se sentía como caerse de un acantilado. Nunca antes había oído hablar de esto, así que se fue a casa e investigó en internet.Encontró testimonios de madres de niños afectados por este problemaque dijeron que su hijo se había curado con cirugía. Rezó para poder pagarlo para su hija.
Cuando Isabella nació, Jenifer revisó de inmediato para ver si tenía la fisura. En efecto, el ultrasonido estuvo en lo correcto. Jenifer lloró toda la mañana, angustiada por no saber cómo cuidar a su bebé.
"Estaba perdida y no entendía nada", dijo Jenifer.
Recibiendo orientación
Afortunadamente, el personal del hospital permaneció tranquilo y sereno. Al día siguiente, guiaron a Jenifer al Hospital Notti, un socio de Smile Train que quedaba cerca. Allí, el personal ayudó a Jenifer a aprender más sobre las fisurasy los diversos tipos de atención que Isabella iba a necesitar, incluyendo varias cirugías y otros tratamientos integrales, como apoyo nutricional, terapia del lenguaje y ortodoncia.
Ahora con toda la información que necesitaba, Jenifer tenía esperanzas para Isabella.
Aun así, el costo era un problema. Jenifer no tenía seguro médico, y tendría que viajar al Hospital Notti tres días a la semana para las citas, algo que pensó que nunca podría hacer mientras cuidaba a su hijo. Pero los médicos tenían más buenas noticias para ella: gracias a la generosidad de los donantes de Smile Train en todo el mundo, toda la atención que Isabella necesitaba, incluso el transporte, sería gratis.
Superando los desafíos
Cuidar de Isabella en casa no fue fácil. El equipo médico le había dado unas bandas para ayudar a cerrar su fisuraantes de la cirugía, y la familia estaba nerviosa por mantenerlas. Cada vez que Jenifer sacaba a Isabella, era difícil ignorar las miradas de las personas. Los niños en la calle se acercaban y preguntaban qué le había pasado a su bebé y Jenifer nunca sabía qué decir. Fue angustiante, pero sabía que tenía que adaptarse y cuidar a su hija lo mejor posible.
Por fortuna, sus amigos y familiares se unieron para respaldarla, brindádole todo su amor y apoyo. Fue un gran consuelo saber que había personas que estaban allí para ella cuando las necesitaba. Sin embargo, esta avalancha de apoyo no se detuvo con sus seres queridos.
El día de la cirugía, Jenifer estuvo parada en el pasillo afuera del quirófano todo el tiempo. Estaba extremadamente preocupada. El personal del hospital le había explicado la cirugía y le había asegurado que todo estaría bien, pero era difícil no poder ver lo que estaba sucediendo. ¿Qué pasa si algo sale mal?
El terapeuta del habladel hospital encontró a Jenifer llorando. Al escuchar sus temores, entró en el quirófano y regresó con una actualización: todo iba bien. No tenía nada de qué preocuparse.
Vale la pena luchar
Cuando Isabella finalmente salió de la cirugía, Jenifer casi no la reconoció. Estaba tan acostumbrada a ver a su bebé con unafisura, pero ahora apenas notaba que había tenido una. Jenifer estaba encantada. "Era un equipo increíble", dijo. "Todos los médicos y yo, todos asistimos a todas las citas para llevar a cabo el tratamiento. De lo contrario, no habríamos logrado estos resultados".
El resultado de la cirugía emocionó a la familia de Jenifer. Incluso con un paso tan grande en el tratamiento de Isabella ya realizado, su apoyo nunca cesó. Venían a visitar constantemente, y Jenifer sabía que cada vez que salía para otra cita, pronto le seguiría un seguimiento telefónico.
En el Hospital Notti, Jenifer ve a otros niños como Isabella que necesitan un tratamiento extenso para la fisura labio palatina y sabe que están recibiendo la ayuda que necesitan, gracias a Smile Train. Pensar en todo lo que podría salir mal es aterrador, pero Jenifer alienta a las familias a mirar hacia adelante.
"La pelea vale la pena para ver el increíble final", dijo.
Isabella sigue marchando
Ahora Isabella vive como cualquier otra niña. Nadie la mira fijamente ni hace preguntas indiscretas. Ella juega con los niños todo el tiempo y le encanta ir al parque. Si bien no tiene la edad suficiente para asistir a la escuela, no puede esperar para comenzar y hacer aún más amigos.
La travesía de Isabella aún no ha terminado. Todavía tiene más cirugías por delante, junto con terapia del habla y otroscuidados integrales. Con cada paso que da, Isabella avanza hacia una vida plena. Es todo lo que Jenifer podría haber querido para su hija.
"Ya hemos atravesadolo peor. Ahora es el momento de la alegría".
Ayuda a padres como Jenifer a continuar su lucha.