El labio y paladar hendido de Neto le hizo introvertido. Ahora se ha convertido en una fuente de inspiración

Ernesto "Neto" Gutiérrez nació con labio y paladar hendido antes de que nadie en la Ciudad de México tuviera Internet, antes de que existieran organizaciones benéficas locales para los niños conesta condición, antes de que hubiera alguien o algo que pudiera ayudar a su madre a entender lo que estaba pasando. Lo que su hijo necesitaba. Cómo curarle.

Encontró la cirugía y otros tratamientos vitales que necesitaba, peroen su rostro aún se notaban las cicatrices . Esas mismas cicatrices le recordaban que era diferente cada vez que se miraba al espejo Y si alguna vez quiso olvidarlo, sus compañeros nunca se lo permitieron. "De niño sufrí mucho acoso escolar", reflexiona. "Debido a ello, me volví inseguro, y a veces incluso introvertido… Me daba miedo hablar con la gente, hablar delante de un grupo, en público, delante de una cámara".

Su madre no quería oír hablar de eso. Lo quería por lo que era y lo animaba a hacer lo mismo:

"Si quieres ser el mejor, tienes que empezar a superar tus miedos".

Y así lo hizo. Impulsado por una determinación tan feroz como el amor de su madre, Neto creció, se casó con el amor de su vida, tuvo dos hijos y ahora trabaja para una gran agencia mundial de medios de comunicación.

Fue en su trabajo donde sus inseguridades del pasado lo alcanzaron inesperadamente. Un día la empresa anunció que realizaría un proyecto de servicio comunitario con el Centro SUMA, un hospital local asociado a Smile Train especializado en el tratamiento de niños con LPH. La propia Directora General llamó a Neto a un lado para preguntarle si estaría dispuesto a compartir unas palabras con los pacientes.

De repente, volvió a ser un niño. Nunca había hablado de su LPH en público y una parte de él quería huir y esconderse. Sin embargo, estar en ese estado era también oír la voz de su madre que lo llamaba. Sabía que tenía algo importante que decir, aunque no tuviera ni idea de qué. Se dirigió al frente de la sala y habló con el corazón.

Cuando terminó, los niños y sus padres se acercaron y le preguntaron si podían sacarse fotos con él. Después de cada foto, los padres instaron a sus hijos a seguir con sus tratamientos para poder crecer y ser como él.

"Fue un momento súper revelador para mí, porque fue uno de esos momentos que más me ayudaron a superar mi condición. Fue súper duro hablar en público de ello, pero muy liberador".

Desde ese día, Neto se comprometió "a estar lo más cerca posible de Smile Train", a visitar el Centro SUMA tan a menudo como pudiera para dar a otros niños con labio y paladar hendidoel impulso que su madre le dio a él:

No pienses que no vas a poder hablar bien, no pienses que no vas a tener el aspecto que quieres: vas a poder hacerlo. Simplemente tienes que ser consciente de que para conseguir todo eso, tienes que tener un gran compromiso con todas las terapias, y con todo lo que hay que hacer, porque es por tu propio bien. Es un camino largo, pero si te lo tomas con responsabilidad y con todo lo que conlleva, el resultado será algo que apreciarás toda la vida."
 

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