Una canción de amor para Ana Sofía y todos los niños con labio y paladar hendido

Smile Train se fundó con la convicción de que nadie puede tratar a los pacientes mejor que el personal sanitario que ya vive en sus comunidades. Esto significa que ninguno de nuestros 1.100 hospitales asociados en más de 75 países es exactamente igual a otro; cada uno aporta su propio estilo, su propio toque local al tratamiento del LPH que ningún grupo externo podría igualar. De este modo, los niños locales con labio y paladar hendido se convierten a menudo en mucho más que los pacientes de nuestros socios. Se convierten en familia.

Hablando en sentido figurado, claro. Excepto en el caso de una paciente, que lo cambió todo para su médico, para toda la comunidad de LPH de Oaxaca (México) y, tal vez, para otros niños con LPH de todo el mundo.

La Dra. Flor de María Díaz Contreras era dentista especializada en LPH en un hospital infantil de Oaxaca cuando llevaron a su consulta a una bebé con labio y paladar hendido, abandonada y de bajo peso. Ana Sofía necesitaría 19 días en el hospital para alcanzar un peso saludable, pero Flor de María sólo necesitó unas horas para enamorarse de ella. Dos meses después, Ana Sofía se convirtió oficialmente en su hija menor.

De repente, su consulta era profundamente personal. Flor de María veía ahora a Ana Sofía en cada paciente, y había muchos pacientes y al mismo tiempo no los suficientes. Había muchos niños con LPH en todo el estado de Oaxaca, y ella sabía que muy pocos de ellos recibían el apoyo que necesitaban para vivir y desarrollarse. Ella y sus hijas mayores -la dentista Nora Patricia y la terapista del habla Flor- ansiaban atenderlos a todos. Sabían que tenían los conocimientos necesarios. Pero no tenían dinero.

Fue entonces cuando Flor de María descubrió Smile Train. "Desde ese momento, todo cambió", dice.

"Hablar de la Fundación Contreras es hablar de una familia".
- Dra. Flor de María Contreras

Muchos niños con LPH se sienten solos. Como Ana Sofía, a menudo tienen dificultades para comer cuando son recién nacidos y a veces incluso son abandonados por sus familias biológicas. Los que sobreviven luchan por mantenerse sanos y, a medida que crecen, se enfrentan a un acoso y una estigmatización incesantes por ser quienes son, por su aspecto y por su forma de hablar.

Y como Ana Sofía, cuando estos niños conocen a las Contreras, se sienten escuchados, respetados, protegidos, queridos. Ellos también pasan a formar parte de la unida familia LPH que están construyendo en Oaxaca.

Hace unos años, Flor se encontró buscando las palabras adecuadas que quería decir a su hermana pequeña y a todos sus pacientes. Le llegaron claras y brillantes como la sonrisa de Ana Sofía:

Yo Creo en Ti

La frase sembró música en su mente que rápidamente hizo brotar una melodía, luego una letra, luego otra... hasta florecer en toda una canción de amor.

"Algo que puedo darle a ella, es una canción", dijo. "Creo que es lo más personal que puedo darle".

"Yo creo en ti" tocó una fibra sensible, y pronto se extendió más allá de Oaxaca para llevar esperanza, alegría y amor a los niños con labio y paladar hendido de todo el mundo.

Incluida Ana Sofía. "Siento que la canción ayuda a los niños a tener confianza en sí mismos", afirma.

Mírala por ti mismo arriba, y si eres un niño con LPH, la familia Contreras, todos en Smile Train, y cada uno de nuestros más de 2.100 socios médicos en todo el mundo creen en ti.
 

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