Faustino: Viaje Hacia La Sonrisa
Faustino, de 38 años, caminó más de diez horas por los Andes con su mujer al frente.
Llegó a Ayacucho, más que agotado, en busca de una oportunidad para reparar su labio leporino.
Faustino, un criador de alpacas con pocos recursos, había vivido 38 años con una fisura labial sin reparar.
Y en solo 45 minutos, con la ayuda de Smile Train, la vida de Faustino cambió para siempre.
Tras la cirugía, Faustino corrió a ver a su esposa; era ella quien le había dado la sonrisa en este viaje.
Por primera vez en su vida, Faustino se miró en un espejo, con su esposa junto a él. Su nueva sonrisa fue el reflejo de 38 años de espera.
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